A la hora de crear una web, los primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en aspectos clave son el tiempo de carga, la estética, la seguridad, etc.; pero, a menudo, el usuario
medio puede olvidar uno de los pilares más importantes del diseño: la usabilidad web.
¿Qué es la usabilidad web?
La usabilidad web se podría definir como la facilidad de navegación de la web para el usuario. A mejor usabilidad, más fácil e intuitivo es su uso. ¿A qué nos referimos al hablar de facilidad
de navegación? A que el cliente potencial pueda encontrar de manera rápida y sencilla lo que busca, sin tener que complicarse dando muchos clics y evitando que se sienta perdido dentro
de la web.
¿Para qué sirve la usabilidad web?
Como imaginas, el objetivo final son las conversiones. Tener una buena usabilidad ayuda al cliente potencial a sentirse cómodo en tu página, saturándose lo mínimo y, por lo tanto,
pasando más tiempo en ella. De esta manera, aumenta la probabilidad de que el cliente potencial deje de ser potencial, pasando a ser cliente final. Suena a que es algo aburrido, pero
lo normal es que cuadre perfectamente con el diseño, y salvo casos específicos, no debería de tener que hacerse malabares para conseguir compaginarlo, al menos a nivel básico.
¿Cómo conseguir una buena usabilidad web?
Hay muchas maneras y vías, cada caso es diferente. Sin embargo, los más comunes y aplicables a la gran mayoría son:
- El menú tiene que estar en todas las páginas de la web. El usuario no siempre accede a tu web desde la home. ¡Haz que las páginas sean accesibles entre ellas!
- No uses imágenes que ocupen toda la pantalla. Si quieres introducir un slider o una imagen en tu página, no dejes que ocupe la pantalla completa, tienes que dejar un hueco visible que
permita que el usuario vea que la página web continúa. - Evita el exceso de pop-ups. Si interrumpes constantemente la navegación del usuario, este acabará por agobiarse y abandonar la página.
- No abuses de las llamadas a la acción. No sobrecargues la vista del usuario con varios y distintos CTAs. Quien quiera tu producto lo hará por el contenido de tu web y la presentación, no porque le aparezca mil y una veces el botón. Lo recomendable es no superar las 2 llamadas a la acción por página.
- Diseño responsive. Es muy importante que revisemos bien la versión móvil de la web. Hoy en día es muy común que la mayor parte del tráfico provenga de dispositivos móviles. Todos detestamos entrar en una web donde las letras están superpuestas o las imágenes descolocadas respecto a los textos, o peor aún, ¡Encontrarse con enlaces que no funcionan!
- Clasificaciones lógicas. No clasifiques tus productos o páginas según tu gusto personal, la idea es que el usuario pueda encontrar lo que busca lo más rápido posible, sin tener que
romperse demasiado la cabeza pensando en dónde puede encontrar lo que venía a buscar. - Botones intuitivos y llamativos. Lo ideal es llevar al usuario por donde queremos, dejándoles ligeras señales que le puedan enseñar el camino. Puede ser un ligero sombreado,
un color más llamativo, una tipografía que destaque… Cualquier método sirve siempre y cuando cuadre con el diseño y no sea demasiado agresivo.
Normalmente siguiendo estos sencillos consejos deberías ser capaz de conseguir un diseño con una usabilidad web más que aceptable pero como he mencionado antes, no todos los
casos son iguales. Por esto mismo, si estos tips no te sirven o si quieres tener una web con aspecto profesional, contacta con Marketing Live. ¡Te asesoraremos para mejorar este
importante rasgo!
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